Byron David Castillo Segura está en el ojo de la tormenta desde que Chile presentó ante la Federación Internacional del Fútbol Asociación (FIFA una denuncia contra Ecuador por «posible falsificación de los documentos que conceden la nacionalidad ecuatoriana al futbolista y su participación indebida en ocho partidos de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022».
Desde ese momento la vida del defensor de Barcelona de Ecuador, de tan solo 23 años, pasó a ser un infierno.
Presuntamente habría nacido en Tumaco, Colombia, y no tendría documentación de estar nacionalizado ecuatoriano.
Por esta razón, Chile -que terminó séptimo con 19 puntos- reclamó 5 unidades ante la FIFA, por las eliminatorias sudamericanas, con los que aspira clasificar a Qatar 2022 -vía escritorio- y dejar afuera a Ecuador -finalizó cuarto con 26-.
Por todo esto, seguramente, Castillo explotó en el encuentro del último domingo en el triundo de Aucas sobre Barcelona por a 2 a 1, por la 14ta. fecha de la Liga de Ecuador, cuando cometió un penal que derivó en el 2 a 0 del equipo rival e inmediatamente pidió el cambio.
«Sácame, no puedo más», le rogó al entrenador argentino Jorge Célico, quien tras la derrota de su equipo sostuvo: «Byron Castillo es una víctima del poder mediático de los tiempos modernos. Tiene una carga anímica terrible. Para mi es admirable que solamente se ponga a entrenar. Seamos un poquito más dóciles. Tratemos los temas con más cuidado, hay un ser humano detrás».
«Cuando vi lo que estaba viviendo me dio mucha pena, por eso no salió antes. Estaba calentando Pedro Pablo Velasco para ingresar, pero no hago el cambio porque hubiera sido un golpe mortal y de ahí viene el penal (por falta sobre Carlos Cuero). Prefiero quedarme con la faceta de ser humano y pensar en los jugadores y no en un resultado», agregó.
Castillo suma en la Liga de Ecuador 11 encuentros en Barcelona, equipo con el que lleva seis temporadas, y quedó descartado para visitar mañana ante Wanderers de Uruguay, por la sexta y última fecha del grupo A de la Copa Sudamericana, en el objetivo de clasificarse a los octavos de final.
«Byron Castillo no viaja con nosotros porque tiene que resolver sus problemas legales y aparte estará con el psicólogo del Club. Nosotros queremos ayudarle en todo lo que necesite», afirmó el presidente de la entidad, el también argentino Alejandro Alfaro Moreno.
La causa sigue en marcha
A inicios de mayo se conoció que la FIFA investigaría la denuncia de Chile contra Ecuador por la nacionalidad de Castillo.
Según la entidad chilena, Byron Castillo, quien juega en el Barcelona de Guayaquil, nació el 25 de julio de 1995 en la ciudad colombiana de Tumaco, y no en General Villamil Playas, Ecuador, el 10 de noviembre de 1998.
Los primeros rumores sobre la nacionalidad del jugador Byron Castillo comenzaron el año 2017, cuando fue separado, por precaución, del seleccionado ecuatoriano sub 20 que disputó el mundial en Corea del Sur.
Su caso con todas las pruebas que presentó la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile en la sede de la FIFA en Zúrich está siendo evaluada por la entidad madre de fútbol mundial.
En tanto que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) pidió una prórroga de 15 días para defenderse, según informó el medio chileno La Tercera.
El plazo máximo vencerá el 5 de junio, ocho días antes de que Perú juegue el repechaje ante Australia o Emiratos Árabes Unidos, por uno de los últimos lugares por llegar a Qatar 2022.
Hay que destacar que Ecuador logró la clasificación al Mundial tras finalizar en la cuarta posición de la tabla de posiciones con 26 puntos.
A pesar que Chile solo sumó 19 unidades (terminó en el séptimo lugar), la intención de este reclamo de la ANFP sería que su selección pueda asistir a Qatar, algo que sería posible si Ecuador pierde todos los puntos que cosechó en los ocho partidos de las Eliminatorias que Castillo estuvo presente.
El abogado de Byron Castillo, José Massú, manifestó: «Hay 0% de chance de que a Ecuador lo sancionen y al jugador también».
«Esos documentos que tiene Chile no son pruebas, son indicios que nunca se han tramitado en un juicio. La FIFA no tiene capacidad de registro civil ni de fiscalía. Si alguien aduce que un acta es falsa, tiene que probarlo en un juicio penal», sentenció.
Las autoridades chilenas están dispuestas a agotar hasta los últimos recursos para jugar la Copa del Mundo. Pero tiene otro competidor: la semana pasada Italia se metió en la lucha para quedarse con la plaza que ganó en buena ley Ecuador.